después de 21 semanas pez y yo, acompañades muy de cerca por el duende, hemos atravesado el ecuador del embarazo.
hoy en la mañana me desperté con los aletazos de pez y aunque mi panza todavía no es una señora panza, ya puede apreciarse como una linda pecera.
ahora me recupero de una tos de perro que seguro tenía a pez un poco inquiete. el duende estaba preocupado porque creía que cada vez que yo tosía pez tendría terribles sacudidas de su entorno. yo prefería pensar que pez se divertía como yo me divierto en la montaña rusa o en las subidas y bajadas de las calles de alta velocidad, cuando parece que el estómago se te sube al pecho.
hablando de pechos... qué cosa esta del embarazo! yo nunca había sentido mis pechos con mis brazos y ahora es que son tan grandes!
el duende se reía el otro día diciendo que nunca había visto que se me movieran mientras corría. bueno, nos durará unos meses el gustito.
el duende se reía el otro día diciendo que nunca había visto que se me movieran mientras corría. bueno, nos durará unos meses el gustito.
en las última semanas han ocurrido muchas cosas importantes: ganó obama y mouriño se murió en compañía de vasconcelos, pero también se llevó a cabo el primer festival para los muertos en san pancho:
y, por si fuera poco, el duende y yo nos mudamos a una casa que podríamos denominar "la casa naranja", aunque sólo sea por la fachada ya que en realidad por dentro tiene el piso azul y las paredes blancas.
en estos momentos me encuentro en el d.f., disfrutando de los apapachos de mi mamá, de mi papá y de súper vale, que no dejan de procurarnos a pez y a mí.
mientras tanto, el duende anda por pachuca ofreciendo sus pócimas curativas.
si todo sale bien, el próximo fin de semana nos vamos de vuelta a san pancho con una mudanza gigante: colchón, refrigerador, sillón, comedor, lavadora, estufa, herramientas para que el duende instale su laboratorio en san pancho y muchas cajas, algunas de las cuales llevan cerradas más de seis años. qué ilusión!
cambio de tema:
en el festival para los muertos debuté como cirquera. bueno, digamos que pasé a formar parte oficial del circo choklovich sound system el cual, si de mí dependiera, se llamaría sonidero circo choklovich y, sin dudarlo, dejaría al sound system en algún cenicero público.
en el circo no hay ni animales salvajes enjaulados, ni hombres súper fuertes ni contorsionistas; tampoco hay acróbatas ni bailes maravillosos tipo circ du soleil.
en el circo choklovich, mientras dos personajes hacen marabares y comparten sus alucinaciones diurnas con quien se deje, yo permanezco tras bambalinas, proyectando una escenografía virtual y uno que otro video, como el que les dejo a modo colofón de esta entrada.
(me gusta la palabra colofón)