el 2 de febrero el duende y yo salimos de casa de mis papás poco antes de las seis de la mañana; apenas habíamos dormido un par de horas pero la idea era llegar a san pancho con luz…
la semana previa el duende, como acostumbra en los últimos tiempos, había estado yendo y viniendo con obra y pócimas de pachuca a cuernavaca, de cuernavaca a la ciudad de méxico, de la ciudad de méxico a pachuca.
mientras tanto, yo había estado consiguiendo lo necesario para dar forma a una mudanza más en nuestra vida.
una mañana abrimos cajas de cuando el duende y yo vivíamos cerca de ciudad universitaria y fue emocionante ver lo listos que fuimos entonces: habíamos guardado una hermosa vajilla azul y un montón de cosas maravillosas para el hogar.
también dedicamos otra mañana a la compra de ollas, exprimidores, pinzas, bandejas, palitas y otro montón más de cosas maravillosas para el hogar.
mi buena madre nos prestó su coche y mi buen padre nos regaló una mesa plegable y un mueble modular de los años setenta.
entonces, la historia es que llegamos a san pancho con luz y de inmediato empezamos las maniobras de instalación.
dos días más tarde nuestro huevo rosa parecía un hogar y, durante algunas horas, el duende y yo pudimos experimentar una extraña sensación: teníamos una casa con todo y
su terraza
su casa de zapote
su cocina
su comedor
su sala
su dormitorio
su vestidor
y su baño...
como había(hay) huelga en la uam (universidad autónoma metropolitana y no universidad autónoma de madrid), mi madre nos dejó su vehículo un día más, así que el duende y yo pudimos disfrutar del turisteo, es decir, de la playa y de diversos ambientes relajados.
antes, durante y después colaboramos un rato con la fabricación de olas: los dos lloramos como locos porque OTRA VEZ la vida nos había puesto varios cientos de kilómetros de por medio.
me quedé mirando cómo se alejaba el coche y luego volví al malecón a reunirme con los mores, sus primos, otros amigos y otros primos. nos subimos a una lancha con dos pescadores y, en compañía de todos, tuve una de las experiencias más entrañables de mi vida.
los días han ido pasando entre azul y medias noches.
san pancho es un lugar maravilloso pero estoy hartita hartita hartita de estar lejos del duende; de pagar alquiler; de sentir que estoy en el aire. pero bueno, supongo que es cuestión de seguir aterrizando.
ahora tengo una especie de empleo: diseñar y coordinar un taller de cine, video y periodismo dirigido a los chavos de la secundaria.
también me ofrecí como la cronistoide del colectivo san pancho, así que inauguré un blog en el que se irá registrando algo de los procesos correspondientes a través de las minutas de juntas y reuniones.
el 12 de febrero zapote llegó para quedarse y yo comencé un intenso entrenamiento para convertirme en madre.
la primera noche la pasé casi en vela; desperté más de cinco veces con los gemidos, llantos y aullidos de un cachorro recién destetado. el colmo/culmen de mi prematernidad llegó cuando me vi a mí misma batida de leche, con un biberón en la mano y un ser pequeñito acurrucado en mi regazo.
zapote me acompaña en mis aventuras cotidianas.
yo acompaño a zapote en sus descubrimientos y hazañas.
un lunes pasado la luna se apoderó de las mareas sanguíneas de varios que yo conozco, entre los que también me incluyo, e hizo de nosotros un montón de títeres del destino.
llantos, tristezas, agobios y malas noticias.
el punto final del día fue cuando me pidieron que buscara otra casa como sustituto de nuestro huevo rosa.
un miércoles la casa rosa recibió a unos treinta personajes que iban a festejar el cumpleaños de una amiga de una amiga de la more.
primera fiesta en la casa y yo sin el duende y a punto de volver a estar sin casa.
un sábado todo comenzó a reacomodarse y la vida tornose color de rosa cuando el casero y yo hicimos las pases.
el huevo rosa es nuestro hasta nuevo aviso y una araña se comió a una mosquita.
hoy estoy felicísima porque el jueves vuelo a los brazos del duende.
hoy hace un día que volví de los brazos del duende.
llegué a san pancho después de conducir un coche de casa de mis padres hasta el aeropuerto; volar en un avión; viajar en un pesero; pasear en un autobús, y atravesar la carretera que va rumbo a tepic.
recogí a zapote y lo encontré más grande, más gordo y más cachorro, o sea, no tan bebé. fuimos juntos a la playa y me encontré con el final de una boda. luego paseamos por el pueblo y me encontré con el inicio de un funeral.
hoy es martes pero es como si fuera un lunes eterno desde hace algunos días.
he estado en chinga con mi chistecito de hacer el catálogo del colectivo.
el próximo lunes comienza el taller de cine, video y periodismo y el agobio se me trepa por los lunares.
zapote lleva unos días incontrolable. hoy me desperté a en la madrugada agobiada por ciertos problemas con el diseño del catálogo y me costó mucho volver a dormirme (previa sesión con compu y photoshop). casi al amanecer desperté para comenzar mis actividades y me encontré con que zapote se escapó de su corral casero; en su agitada mañana dejó cacas, meados y zapatos míos por doquier.
en fin, todavía confío en tener una tarde tranquila y que las nubes me concedan el don de ver el atardecer sentada en la arena.
1 comentario:
QUE CHULO EL VIDEOOOOOO¡¡¡ QUE PASADA TIA, YO TAMBIÉN QUIERO, ESO ES LO QUE HACE QUE VALGA LA PENA, QUE ESPECTÁCULO TAN HERMOSO ¡¡ HAY QUE VIVIR A TODO DAR PERRITA DEL MAL, AUNQUE A VECES SEA DURO... HAY QUE DISFRUTAR DE LO BUENO Y TAMBIÉN DELO MAL Y ANDAR EL CAMINO Y CRCER EN ÉL... ME GUSTA MUCHO VUESTRO HUEVO ROSA QUE GANICAS DE HECHAR UNAS CHELITAS EN ESE JARDIN¡¡¡ IMAGINATE 2 PALMERAS EN TU JARDIN JAJAJJAJAJAJ..TQM , NO CAMBIES NUNCA JAJAJAAAJJA
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