así que afortunadamente he cambiado de registro.
no sé porqué de pronto me veo encerrada en absurdas espirales de agobio. todo parece demasiado complicado, me falta el aire y entonces la única forma de continuar es con un inevitable cambio de rumbo.
era una locura trabajar en la tesis contra reloj, así que ahora la tranquilidad ha vuelto a instaurarse en mi vida como método de trabajo.
resulta irónico que el capítulo cuatro, el maldito, el rechazado por salteria, va sobre la autoficción especular. y tal parece que mi tesis sobre la autoficción es algo así como una manifestación teórica de la autoficción especular. o sea, que seguiré encerrada en el juego infinito de espejos y reflejos hasta que diseñe una salida.
lo que más deseo en estos momentos es la llegada del duende.
por las noches la guardia civil se enmascara y transforma mis sueños en pesadillas; hombres vestidos de verde amenazan con retrasar el encuentro entre el duende y yo. entonces, los poderes mágicos de nuestros aliados transforman a los villanos en supervivientes de los andes que, mientras buscan algún resto humano para desayunar, olvidan sus obsesiones profesionales.
gracias de colores a los que me iluminaron con su voz, con su letra y con su ánimo en estos días grises.
como diría cerati, gracias totales.
martes, 19 de junio de 2007
* la tristeza me aburre
Publicadas por luz herrera a la/s 4:06 a.m.
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1 comentario:
¡¡Qué formidable historia de una mujercilla indomable!!
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