martes, 19 de junio de 2007

* la tristeza me aburre

así que afortunadamente he cambiado de registro.


no sé porqué de pronto me veo encerrada en absurdas espirales de agobio. todo parece demasiado complicado, me falta el aire y entonces la única forma de continuar es con un inevitable cambio de rumbo.
era una locura trabajar en la tesis contra reloj, así que ahora la tranquilidad ha vuelto a instaurarse en mi vida como método de trabajo.


resulta irónico que el capítulo cuatro, el maldito, el rechazado por salteria, va sobre la autoficción especular. y tal parece que mi tesis sobre la autoficción es algo así como una manifestación teórica de la autoficción especular. o sea, que seguiré encerrada en el juego infinito de espejos y reflejos hasta que diseñe una salida.


lo que más deseo en estos momentos es la llegada del duende.


por las noches la guardia civil se enmascara y transforma mis sueños en pesadillas; hombres vestidos de verde amenazan con retrasar el encuentro entre el duende y yo. entonces, los poderes mágicos de nuestros aliados transforman a los villanos en supervivientes de los andes que, mientras buscan algún resto humano para desayunar, olvidan sus obsesiones profesionales.


gracias de colores a los que me iluminaron con su voz, con su letra y con su ánimo en estos días grises.
como diría cerati, gracias totales.

1 comentario:

Nootka dijo...

¡¡Qué formidable historia de una mujercilla indomable!!